Por definición el Colegio Leonardo Da Vinci de Talagante es un colegio Humanista y laico donde los principios y valores como el respeto, la tolerancia y el pluralismo son las banderas que rigen y orientan el quehacer educativo de la institución. Los principios y valores del humanismo laico se entienden como universales, indiscutibles e inmanentes de la condición y quehacer humano y por lo tanto, son el engranaje central del proyecto educativo Davinciano.
Para los tiempos que corren en que el individualismo y el exitismo se alzan como rasgos predominantes de la sociedad actual, el colegio ha escogido el camino de la meritocracia, pero una meritocracia solidaria, en la cual el alumno tomando conciencia de sus capacidades, talentos naturales e intereses vocacionales, asuma su compromiso con el conocimiento y se involucre en la investigación pero sin perder el norte del trabajo de equipo asumiendo que el futuro ciudadano que estamos formando es parte de la sociedad, se debe a ella y cualquiera que sea la profesión que abrace en los estudios superiores en definitiva desarrollará su quehacer profesional y social con y para otros.
La filosofía del colegio es contraria al concepto y práctica del exitismo porque como profesores entendemos que ello va en contra de la esencia misma de la vida. Esta se compone de logros y éxitos, pero también de tropiezos y frustraciones, y es precisamente de estas últimas donde el ser extrae los aprendizajes y experiencias que lo harán crecer y madurar en provecho de su propia vida.
Conscientes y creyentes de estas convicciones, el colegio Leonardo Da Vinci ha logrado en su esfuerzo, conjugar y compatibilizar el conocimiento estrictamente académico con la formación humana antes descrita. Porque el norte claro e intranzable que buscamos en muestro proyecto es lograr la formación de jóvenes felices, íntegros, solidarios, empáticos, todos ellos objetivos que van de la mano de un ambiente grato, familiar, afectuoso y de confianza que es en lo concreto lo que el colegio ha logrado.